Huevo: del frito al pochado. Variedades, mitos y recetas

Nutritivo y proteico, el huevo no engorda y es muy versátil en la cocina. Descubra más sobre este alimento básico.

 

No necesita presentación. El huevo es uno de los alimentos más consumidos en nuestro país. En concreto, en 2024, los hogares españoles consumieron 420 millones de kilos de huevo, un 9% más que el ejercicio anterior, según un informe del Observatorio del Consumo de Huevo en España, presentado por Inprovo.

 

Eso significa que, de media, comemos 143 huevos por persona y año. Además, España es el tercer mayor fabricante de huevos en la Unión Europea. Estos datos ponen de manifiesto la importancia de este alimento, rico en proteínas y con múltiples cualidades.

 

Valor nutricional y propiedades del huevo

El huevo es nutritivo y proteico y contiene vitaminas A y B y minerales como calcio, yodo y potasio. La clara está compuesta fundamentalmente por albúmina, la proteína de mayor calidad biológica, mientras que la yema contiene grasa (lecitina), proteínas, hierro, azufre y vitaminas A, B, D y E.

 

En cuanto a las calorías, un huevo de tamaño medio aporta 84, según la Fundación Española de la Nutrición (FEN). Por todo su valor nutricional, el huevo es digestivo, un aliado para la vista, el cerebro y el corazón y una buena opción para personas con diabetes (no contiene carbohidratos) y celíacas (no contiene gluten).

 

Mitos populares y realidad

A pesar de las bondades del huevo, todavía existen falsas creencias sobre este alimento, cuyo Día Mundial es este 10 de octubre.

 

¿Es mejor conservarlos en la nevera o fuera?

En general, es mejor mantenerlos refrigerados, sobre todo, cuando hace calor, ya que este afecta a las propiedades organolépticas del huevo, pudiendo hacer que pierda más aire de lo normal. Las altas temperaturas también pueden perjudicar su conservación y seguridad microbiológica.

 

¿Aumentan el colesterol?

No. El consumo de moderado de huevos (incluso uno al día), no aumenta los niveles de colesterol. Por su bajo aporte calórico tampoco engorda y, en cambio, son saciantes, reduciendo así la sensación de hambre.

 

¿Es mejor el huevo blanco que el de cáscara oscura?

No. A nivel nutricional, no hay ninguna diferencia entre los huevos blancos y los huevos morenos. El color depende de la raza del animal y de los pigmentos que deposita la gallina en la puesta.

 

Con los años, la tendencia a comprar unos huevos u otros ha cambiado. Antes, se vendían más los blancos, mientras que ahora se compran muchos más huevos morenos, ya que hay una creencia de que son más saludables o de corral.

 

¿Los crudos alimentan más?

No, y tampoco aportan más proteínas (al contrario, el cuerpo absorbe el doble de los huevos cocidos). Tomar huevos crudos, por el contrario, puede causar salmonelosis.

 

¿Pueden tomarse caducados?

Sí. Los huevos pueden consumirse hasta cinco semanas después de su fecha de caducidad. El aspecto de la cáscara y el olor son indicadores del buen estado de un huevo. Asimismo, un clásico definitivo para salir de dudas es meter el huevo en un cazo con agua: si se va al fondo, está fresco; si flota, descártelo.

 

5 maneras de comer huevo

Por sus múltiples propiedades, el huevo es una excelente alternativa a la carne y el pescado y, por su versatilidad, es idóneo para preparar muchas recetas. Detallamos 5 maneras muy habituales de comerlos:

 

Huevo duro. Muy fácil de preparar, solamente se necesita agua hirviendo y un huevo. El huevo duro contiene proteínas y grasas saludables y da mucho juego en la cocina. Puede comerse solo, rellenarse con atún y bacalao o utilizarse en ensaladas, salmorejo y guisos.

 

Huevo poché. Como ocurre con el huevo duro, el escalfado no requiere ningún ingrediente adicional durante el proceso de cocción. Para prepararlo, añada suavemente el huevo crudo a una olla de agua hirviendo a fuego lento, cuézalo 4 minutos y, luego, retírelo.

 

Aunque los huevos poché se han puesto de moda, el beicon que los acompaña no es lo más saludable. En su lugar, puede preparar una tostada de pan integral con un huevo poché encima y rodajas de aguacate y queso fresco.

 

Huevo en tortilla. Es un clásico muy recurrido para cenar o como acompañamiento a un plato principal.  La tortilla puede ser a la francesa, de patatas o rellena con queso, atún, verduras, champiñones y especias.

 

Huevo frito. Por su textura crujiente y su sabor, el huevo frito resulta delicioso y tiene un alto valor nutricional, aunque también un elevado aporte de grasas y calorías.

 

Huevos revueltos. Otro clásico de nuestra gastronomía, los huevos revueltos contienen proteínas y colina, un nutriente clave para el cerebro. No obstante, si no se cocinan bien, existe el riesgo de contraer salmonelosis.

 

La clave para que salgan bien es no batir mucho y remover constantemente. Para darles un toque de sabor y nutrientes, puede añadir cebollas picadas, champiñones, tomates o un puñado de espinacas.

 

Como ve, los huevos son una fuente de proteínas y aportan muchos beneficios al organismo. Puede disfrutarlos a diario y de distintas maneras, en una dieta en la que no deben faltar frutas, verduras y legumbres. También es importante que practique deporte con frecuencia y duerma suficientes horas.

 

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Fuentes:

V Observatorio del consumo del huevo en España (2024). Inprovo. Julio 2025. https://extension.inprovo.com/engine/wp-content/uploads/2025/07/PRESENTACION-GLOBAL-OBSERVATORIO-DEL-HUEVO-2024-8-07-2025.pdf

 

10 formas sanas y deliciosas de cocinar huevos. Institute for Integrative Nutrition. https://es.integrativenutrition.com/blog/healthiest-way-to-cook-eggs

 

Huevo. Fundación Española de la Nutrición (FEN). https://www.fen.org.es/MercadoAlimentosFEN/pdfs/huevos.pdf

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