Exceso de puntualidad: ¿qué significa llegar antes a los sitios?

La necesidad de tener todo controlado y el temor a la incertidumbre provocan que se llegue con mucha antelación a un encuentro.   

Cuando quedamos con alguien, tenemos una cita o una reunión, intentamos llegar a la hora establecida. Agradecemos que la persona con la que hemos quedado haga lo mismo. 

Llegar tarde es considerado como una falta de respeto o consideración, y suele molestar, sobre todo, si esta actitud es recurrente. Existe un tiempo de cortesía, es decir, unos minutos que se consideran razonables cuando esperamos a alguien. Suelen ser entre 10 y 15, contando con que nos hayan avisado del retraso.  

Si nos vamos al otro extremo, hay quien llega antes a los sitios. Ya sea un par de minutos o con bastante antelación. Seguro que conoce a personas de ambos lados: los tardones y los que son excesivamente puntuales. 

¿Qué significa el exceso de puntualidad?

Como hemos adelantado, hay personas que llegan con tiempo de sobras a un encuentro. Si la llegada se produce unos minutos antes puede deberse a una norma de cortesía para asegurarse de que no va a haber retrasos. Ser puntual es una virtud y una muestra de respeto. 

No obstante, si esa puntualidad es extrema, estamos dejando entrever que una parte de nosotros busca seguridad a toda costa. Esta actitud tan previsora es una forma de expresión emocional que revela cómo gestionamos la incertidumbre, el control y el valor personal.

En este caso, el exceso de puntualidad deja de ser una virtud y puede convertirse en un problema que revela rasgos específicos de la personalidad. Llegar sistemáticamente pronto muestra una gran necesidad de control y una baja tolerancia a la incertidumbre. 

Quien llega con bastante tiempo de margen, de manera inconsciente, quiere reducir la ansiedad que le provoca lo imprevisto. Es una forma de tener la seguridad de estar preparado. Por ello, quienes actúan así suelen ser perfeccionistas o excesivamente responsables y con miedo a decepcionar o ser juzgados.

El perfil habitual de quienes son excesivamente puntuales responde a personas ansiosas (que temen los imprevistos y buscan seguridad), perfeccionistas e hiperresponsables, es decir, que tienen miedo a generar molestias y usan la puntualidad como forma de agradar o evitar conflicto.

La tendencia a llegar pronto también podría venir por el miedo al error,  al desorden o a ser juzgados. En muchos casos, es una cuestión educacional, por lo que consideran este hábito como una norma moral. Sin embargo, puede impedir que nos relajemos, fluyamos y disfrutemos del presente. 

Tres claves para aprender a llegar tarde

Aunque parezca imposible, quienes son excesivamente puntuales pueden aprender a rebajar ese nivel de autoexigencia y liberarse de la ansiedad que les genera la idea de llegar tarde. Estos tres consejos son muy útiles para lograrlo:

Analice el origen del temor a llegar tarde. Pregúntese qué le genera la idea de ser impuntual e imagínese llegando a la hora acordada. 

Dé pequeños pasos. Salga de casa cinco minutos más tarde de lo que suele hacerlo cuando ha quedado con alguien y observe cómo se siente. Ese tiempo extra puede dedicarlo a descansar, leer o hacer algo que le guste.  

Valore con honestidad las consecuencias de llegar tarde. ¿Qué pasaría si un día se retrasa unos minutos? ¿En qué cambiaría su vida? Descubrirlo le resultará muy liberador.

¿Qué significa llegar tarde (casi) siempre?

En el otro extremo, se encuentran las personas que suelen llegar tarde siempre (nos referimos a más de cinco minutos). Una planificación deficiente, falta de inteligencia emocional y una voluntad débil pueden estar detrás de este comportamiento. Destacamos las causas principales:

Subestimar el tiempo. Calcular mal el tiempo o no tener en cuenta posibles imprevistos en el trayecto puede provocar que alguien llegue tarde. Planificar con antelación es clave. 

Sentirse superior. Quien es impuntual por costumbre puede que dé más valor a su tiempo que al de los demás y se considere más importante que la persona que le está esperando.    

Procrastinar. Posponer tareas importantes juega un papel muy importante en la impuntualidad. La procrastinación y la impuntualidad afectan a la productividad y a nuestras relaciones con los demás.   

Como ve, hay personas que son excesivamente puntuales y les genera estrés la idea de no llegar a tiempo. Seguir los consejos anteriores le ayudará a librarse de este temor y llegar a la hora.

En Nueva Mutua Sanitaria contamos con los mejores psicólogos y psiquiatras, que pueden ayudarle a conocer y controlar sus emociones. 

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Fuentes: 

Qué significa llegar siempre pronto a los sitios: los rasgos de personalidad que esconde según la psicología. Celia Pérez. Cuerpomente. Octubre 2025. https://www.cuerpomente.com/psicologia/que-significa-llegar-siempre-pronto-a-sitios-esto-revela-tu-personalidad-segun-psicologia_17108

¿Por qué algunas personas siempre llegan tarde? Las claves para entenderlo, según los expertos. Miriam Méndez. Onda cero. Septiembre 2024. https://www.ondacero.es/noticias/sociedad/que-algunas-personas-siempre-llegan-tarde-claves-entenderlo-segun-expertos_2024090666da9e9c9dc60f0001e53f08.html

Qué significa llegar tarde a todos sitios según la psicología. Judith González. La vanguardia. Noviembre 2024. https://www.lavanguardia.com/magazine/bienestar/20241121/10125731/que-significa-llegar-tarde-sitios-forma-habitual-psicologia-gvm.html

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