Es un trastorno cerebral común que afecta a 50 millones de personas en el mundo. Con tratamiento, puede llevarse una vida normal.
El segundo lunes de febrero se celebra el Día Internacional de la Epilepsia, con el objetivo de concienciar sobre esta enfermedad y sobre las necesidades de las personas que la sufren.
La epilepsia es una enfermedad cerebral crónica, no transmisible, que afecta a personas de todas las edades. Según la Organización Mundial de la Salud, unos 50 millones de personas la padecen, lo que la convierte en uno de los trastornos neurológicos más comunes.
Se calcula que, en España, 1 de cada 100 personas sufre epilepsia, lo que supone unos 500.000 afectados. Quienes la padecen tienen una tasa de mortalidad entre 2 y 3 veces mayor que la de la población general, de acuerdo con la Sociedad Española de Neurología (SEN).
¿Qué es la epilepsia?
La epilepsia es una enfermedad cerebral que altera la actividad del sistema nervioso central.
Se caracteriza por convulsiones recurrentes, que son episodios breves de movimiento involuntario que pueden involucrar una parte del cuerpo o todo el cuerpo. En ocasiones se acompañan de pérdida de conciencia.
Las convulsiones se deben a descargas eléctricas excesivas en un grupo de células cerebrales que pueden producirse en diferentes partes del cerebro. Las convulsiones pueden ir desde episodios muy breves de ausencia o de contracciones musculares hasta convulsiones prolongadas y graves.
Sufrir ocasionalmente una convulsión no significa padecer epilepsia (hasta el 10% de las personas de todo el mundo tiene una convulsión a lo largo de la vida). Se puede tratar de epilepsia cuando se producen dos o más convulsiones no provocadas.
Síntomas de la epilepsia
Las características de las convulsiones varían y dependen de en qué parte del cerebro comienza la alteración y cómo se propaga. Ocurren síntomas temporales como la pérdida de conocimiento, y alteraciones del movimiento, los sentidos o el estado de ánimo.
Las personas con epilepsia suelen tener más problemas físicos (como fracturas y hematomas, por los golpes relacionados con las convulsiones) y tasas más altas de ansiedad y depresión.
Asimismo, el riesgo de muerte prematura en las personas epilépticas es tres veces mayor que en la población general.
Además de las convulsiones, existen otros signos que también podrían indicar una actividad cerebral anormal. Estos son los más comunes:
- Confusión temporal
- Episodios de ausencias
- Rigidez muscular
- Movimientos espasmódicos incontrolables
- Pérdida del conocimiento o de la consciencia
- Miedo y ansiedad
Causas de la epilepsia
La epilepsia está provocada por un desequilibrio en la actividad eléctrica de las neuronas y puede afectar a cualquier persona.
Si bien muchos mecanismos de enfermedad subyacentes pueden conducir a la epilepsia, su causa aún se desconoce en aproximadamente el 50% de los casos de todo el mundo.
Las causas de la epilepsia se dividen en las categorías siguientes: estructurales, genéticas, infecciosas, metabólicas, inmunológicas y desconocidas. Entre ellas cabe señalar:
- daño cerebral por causas prenatales o perinatales;
- malformaciones congénitas o trastornos genéticos;
- traumatismos craneoencefálicos graves;
- accidentes cerebrovasculares que limitan la llegada de oxígeno al cerebro;
- infecciones cerebrales como meningitis, encefalitis o neurocisticercosis;
- ciertos síndromes genéticos; y
- tumores cerebrales.
Tratamiento de la epilepsia
Aunque la epilepsia no tiene cura, existen tratamientos que ayudan a llevar una vida normal.
De hecho, según la Federación Española de Epilepsia, el 70% de los diagnosticados están bien controlados y pueden llevar una vida normal.
Fármacos. El médico suele recetar un medicamento anticonvulsivo. La dosis puede ser baja e ir aumentando hasta que las convulsiones estén controladas. Este tipo de medicación puede tener algunos efectos secundarios como fatiga, mareos, aumento de peso, pérdida de densidad ósea y sarpullidos.
Cirugía. Se recurre a ella cuando los medicamentos no permiten controlar las convulsiones. El cirujano extrae la parte del cerebro que las provoca, que suele ser pequeña y bien definida. Esta intervención no afecta a funciones vitales, como el habla o la visión.
Terapias. Existen distintos tratamientos, como la estimulación del nervio vago, mediante la implantación de un dispositivo bajo la piel. Este procedimiento permite reducir hasta un 40% las convulsiones. La estimulación cerebral mediante electrodos, también mejora las convulsiones.
Cannabis. Hace unos meses, el Gobierno reguló su uso terapéutico para calmar el dolor de algunas patologías. Así, el cannabis medicinal puede utilizarse para aliviar el dolor derivado de un tratamiento oncológico, de la esclerosis múltiple o de algunos tipos de epilepsia.
En resumen, la epilepsia es un trastorno neurológico común y con el tratamiento adecuado las personas pueden llevar una vida normal. Si tienes alguna duda o crees tener alguno de los síntomas descritos, ponte en contacto con un médico especializado en Neurología.
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Fuentes:
Epilepsia: datos y cifras. Organización Mundial de la Salud. Febrero 2022. https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/epilepsy
Manual de práctica clínica en epilepsia. Francisco Javier López González, Vicente Villanueva, Mercé Falip, Manuel Toledo, Dulce Campos y José Serratosa. Sociedad Española de Neurología (SEN). 2019. http://guiaepilepsia.sen.es/pdf/GuiaEpilepsia.pdf
Medical risks in epilepsy: a review with focus on physical injuries, mortality, traffic accidents and their prevention. Torbjörn Tomson, Ettore Beghi, Anders Sundqvist and Svein I Johannessen. Epilepsy Research. June 2004. https://doi.org/10.1016/j.eplepsyres.2004.05.004
Tratamiento de la epilepsia. Federación Española de Epilepsia (FEDE). https://fedeepilepsia.com/index.php/membership-account/tratamientos/
Epilepsia: panorama general. Mayo Clinic. https://www.mayoclinic.org/es-es/diseases-conditions/epilepsy/symptoms-causes/syc-20350093
