Cómo hacer las paces: claves para reconciliarse con éxito tras una pelea

Tener empatía, respetar los tiempos de cada persona y asumir responsabilidades ayuda a resolver diferencias.

 

Reproches, subidas de tono, palabras de más y, sobre todo, malestar. A grandes rasgos, estas situaciones definen el comportamiento habitual cuando se discute con alguien. Todos los hemos experimentado, con mayor o menor frecuencia.

 

Dejarse llevar por la rabia lleva a aparcar la racionalidad y puede generar ansiedad. Tras una discusión, hay personas que prefieren que corra el aire y se calmen las aguas, mientras que otras optan por zanjarla, pidiendo perdón y pasando página. Son dos maneras de hacer las paces, algo que no siempre es fácil.

 

No existe una fórmula exacta y efectiva para reconciliarse tras una pelea, sino muchas. Hay quienes olvidan rápidamente lo ocurrido y quienes necesitan más tiempo para procesarlo, asimilar la información y gestionar sus emociones.

 

Qué significa hacer las paces

«No pasa nada», «Olvídalo» o «Déjalo estar» son palabras o frases que hemos pronunciado más de una vez para zanjar una discusión e intentar volver a la normalidad. Sin embargo, en muchas ocasiones, sólo sirve para cerrar en falso una discusión o quitar hierro al asunto. No siempre es suficiente.

 

Hacer las paces debería ser algo más profundo y no limitarse a una mera disculpa verbal o a dar la razón a la persona con la que se discute, aunque no se esté de acuerdo.

 

Hacer las paces es esforzarnos por comprender los sentimientos ajenos y analizar los motivos que nos han llevado a discutir. Debería ser querer aprender de lo sucedido y seguir adelante, desde una relación reforzada.

 

Cinco estrategias para reconciliarte de manera efectiva

En ocasiones, el ego personal y otros factores impiden las reconciliaciones sinceras. Para que resulten efectivas, deben hacerse desde el deseo real de no repetir el mismo comportamiento. Detallamos cinco claves para resolver las diferencias con la persona con la que hemos discutido:

 

Empatía. Tener la capacidad de comprender las emociones y los sentimientos ajenos ayuda a limar asperezas y entender a los demás. En este punto, es importante intentar escuchar y comprender las perspectivas de la otra persona, incluso sin estar de acuerdo con ella.

 

Orgullo, a un lado. Relacionado con lo anterior, hay que esforzarse en aparcar el orgullo y considerar otras formas de ver las cosas. Esto implica estar dispuesto a admitir los errores y reconocer que cada persona experimenta y gestiona sus emociones de distinta manera.

 

Respete los tiempos. Cada persona tiene los suyos. Hay quien puede perdonar y pasar página el mismo día, mientras que a otras personas les cuesta más comprender y procesar lo ocurrido. Por ello, hay que evitar forzar una reconciliación, ya que puede ser contraproducente.

 

Tampoco es una buena solución dejar pasar el tiempo sin abordar el conflicto, ya que la discusión podría repetirse de nuevo por el mismo motivo. Hay que encontrar un buen momento para llevar a cabo un diálogo constructivo y restaurar el equilibrio emocional.

 

Asuma su responsabilidad. Es esencial para retomar el diálogo con humildad y apertura. Relativice, evite descargar la culpa en los demás y pensar que las intenciones ajenas eran malas. Parta de la base que a nadie le gusta discutir, y menos si es con una persona allegada o a la que se le tiene aprecio.

 

Comunicación asertiva. Comparta sus necesidades y escuche atentamente a los demás. Hacerlo le ayudará a ser más flexible y tolerante y a tender puentes hacia la reconciliación. Entender que todas las personas buscan respeto y comprensión es fundamental para cultivar una actitud más empática y constructiva.

 

Como ve, reconciliarse tras una pelea puede ser desafiante, aunque con paciencia y empatía es posible restaurar cualquier relación. Estar abierto al diálogo y tener una actitud comprensiva favorece la resolución de conflictos y aporta calma y paz interior.

 

En esa búsqueda del bienestar interior también juega un papel clave la alimentación. Seguir una dieta sana y equilibrada, rica en frutas, verduras y legumbres, hacer deporte con frecuencia y dormir lo suficiente hace sentir bien.

 

En Nueva Mutua Sanitaria contamos con los mejores psicólogos y psiquiatras, que pueden ayudarle a conocer y controlar sus emociones.

 

Fuentes:

Las cinco estraregias de una experta en gestión de la ira para reconciliarte con éxito después de una discusión. Begoña Bernáldez. Clara. Abril 2024. https://www.clara.es/bienestar/psicologia/que-hacer-para-reconciliarse-despues-discusion_33815

 

Cómo hacer las paces sin rencor para que las discusiones no afecten a tus relaciones. María Corsico. WeLife. Marzo 2024. https://www.welife.es/mente/salud-mental/como-hacer-las-paces-para-sentirte-bien/

 

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