¿Ha oído hablar del yoga somático? Conozca sus beneficios

Esta modalidad busca mejorar la conexión con la mente y generar conciencia a través del movimiento corporal.

 

Si hablamos de hatha, ashtanga o vinyasa, la mayoría vincula estos términos al yoga, una práctica milenaria que cada vez cuenta con más adeptos (y modalidades). A las ya citadas se suman otras menos populares, como el yoga somático, aún desconocido para muchas personas.

 

Conocemos el significado de yoga y el de somático, relacionado con el cuerpo o la parte material de un ser animado. La unión de ambos da lugar al yoga somático, una práctica que combina el yoga con la somática, una terapia de movimiento que reentrena el cerebro y el cuerpo para mover y sentir los músculos.

 

La principal diferencia entre el yoga tradicional y el somático es el enfoque. El primero combina asanas (posturas) con respiración, mientras que el yoga somático se centra en movimientos lentos y conscientes que, a la vez, ayudan a liberar la tensión muscular.

 

Principios y beneficios del yoga somático

Esta modalidad de yoga, apta para cualquier persona, incluye tres principios, la interocepción, la exterocepción y la propiocepción, que ayudan a desarrollar la consciencia.

 

La interocepción es ser consciente de las sensaciones corporales internas, como la respiración y el dolor. La exterocepción tiene en cuenta el entorno, como el calor y el frío, mientras que la propiocepción es la capacidad que tiene el cerebro de saber la posición de todas las partes del cuerpo en cada momento.

 

La combinación de estos tres principios, junto con el yoga, da lugar al yoga somático, que ayuda a prestar atención a nuestras sensaciones corporales incluso al movernos, lo que desarrolla la autoconciencia y el bienestar personal. Este es sólo uno de los beneficios del yoga somático. Descubra más:

 

Aumenta la conciencia mente-cuerpo. Mejora la capacidad de reconocer pensamientos y emociones y, de esta manera, favorece una mejor respuesta del cuerpo al estrés.

 

Disminuye el dolor crónico. Como hemos adelantado, el yoga somático ayuda a procesar las emociones y reduce el dolor físico. Un estudio británico reveló que aumentar la consciencia de la mente y el cuerpo mediante el movimiento somático ayuda a controlar el dolor crónico y la percepción del dolor.

 

Mejora la flexibilidad muscular. Las posturas del yoga somático amplían el rango de movimiento y liberan tensión en los músculos.

 

Promueve la recuperación del trauma. Esta modalidad de yoga ayuda a las personas a abordar los efectos emocionales negativos y los síntomas del trauma, incluso cuando han estado presentes durante años, como refleja un estudio publicado en Journal of Traumatic Stress.

 

Previene lesiones. Al practicar yoga somático, la mente es capaz de conectar con nuestra fisiología y saber qué necesitamos en cada momento. Esta conexión entre cuerpo y mente permite gestionar mejor tolerancia y seguridad, lo que a su vez puede prevenir lesiones.

 

Cuatro posturas de yoga somático

Esta modalidad incluye distintas asanas, muchas de ellas, comunes con el yoga tradicional. Le proponemos cuatro que podrá empezar a practicar para entrar en contacto con el yoga somático.

 

Sukhasana. Ideal para meditar, esta postura se realiza sentado sobre la esterilla (puede usar un bloque). Doble las piernas, de manera que cada uno de los pies quede colocado debajo del gemelo de la pierna opuesta. Apoye las manos sobre sus rodillas y mantenga erguida la columna vertebral.

Tadasana. La postura de la montaña es sencilla y muy efectiva. Para hacerla, colóquese de pie, con las piernas juntas y firmes, los brazos a ambos lados del tronco y las palmas de las manos mirando hacia delante. Desde esta posición, haga de 5 a 10 respiraciones.

Adho Mukha Svanasana. El perro boca abajo forma parte de una práctica de yoga somático. Para hacerlo, apoye las manos y los pies sobre una esterilla, de manera que su cuerpo quede como una V invertida. Doble ligeramente las rodillas, presione los talones hacia abajo y aguante 30 segundos en esta posición.

Vriksasana. También conocida como postura del árbol, consiste en elevar los brazos hacia el cielo, juntando las palmas de las manos por encima de la cabeza, mientras lleva la planta del pie izquierdo hacia la parte interna del muslo de la pierna derecha, manteniendo la cadera izquierda rotada externamente.

En este ejercicio es muy importante concentrar la mirada en un punto fijo para mantener el equilibrio. Respire de 5 a 10 veces, baje el pie izquierdo al suelo y repita del otro lado.

 

Como ve, el yoga somático busca mejorar la conexión con la mente y generar conciencia a través del movimiento corporal. Combine esta modalidad con otras de yoga y con ejercicios de cardio y fuerza. Recuerde seguir una dieta rica en frutas, verduras y legumbres, y duerma, como mínimo, siete horas al día.

 

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Fuentes:

Moving With Pain: What Principles From Somatic Practices Can Offer to People Living With Chronic Pain. Emma Meehan and Bernie Carter. Frontiers in Psychology. January 2025. https://www.frontiersin.org/journals/psychology/articles/10.3389/fpsyg.2020.620381/full

 

Somatic Experiencing for Posttraumatic Stress Disorder: A Randomized Controlled Outcome Study. Danny Brom, Yaffa Stokar, Cathy Lawi, Vered Nuriel-Porat et al.  Journal of Traumatic Stress. June 2017. https://onlinelibrary.wiley.com/doi/10.1002/jts.22189

 

Todo lo que necesitas saber sobre el yoga somático. Sherri Gordon. Health. Noviembre 2024.  https://www.health.com/somatic-yoga-8731678

 

Yoga somático: qué es y cómo realizar esta práctica que mejora la conexión con la mente. Yo Dona. Abril 2025. https://www.elmundo.es/yodona/vida-saludable/2025/04/10/67ebc272fc6c834f5e8b4576.html

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