Un tercio de los españoles padece algún problema de salud mental, y el 17% dice tener depresión. Conozca más sobre este trastorno.
Supone uno de los grandes retos del siglo XXI. La depresión es un trastorno asociado con la salud mental, de la que tanto se habla en los últimos años. De hecho, el 34% de los españoles tiene algún problema de salud mental, según el Estudio Internacional sobre Salud y Bienestar Mental 2024.
El estudio también revela que el 17% de los españoles padece depresión y el 16% ansiedad o estrés. Unas cifras que ponen de manifiesto la necesidad de tomar medidas para abarcar estos trastornos. En el caso de la depresión, cada 6 de octubre se celebra el Día Europeo contra la Depresión.
¿Qué es la depresión?
La depresión es un trastorno mental caracterizado por un bajo estado de ánimo y tristeza, que provoca alteraciones del comportamiento, el pensamiento y las actividades que realizamos. Es la primera causa de atención psiquiátrica y de discapacidad derivada de problemas mentales.
Puede clasificarse en tres tipos. El primero es la depresión mayor, que tiene un origen biológico, un mayor componente genético y una menor influencia de factores externos. Suele ser persistente y puede conllevar la aparición de ideas irracionales y delirantes (como pueden ser las de tipo hipocondríaco).
Otro tipo de depresión es la psicosocial. Como su nombre indica, su origen son acontecimientos vitales estresantes (como una separación, la muerte de un familiar, problemas laborales o una enfermedad grave). Causa ansiedad, problemas para conciliar el sueño, elevada emotividad y tristeza.
Existen dos tipos de depresión psicosocial: las distimias, causadas por trastornos de la personalidad o por maneras de ser, en personas pesimistas y con dificultades para relacionarse, y la depresión reactiva, que ocurre como respuesta a situaciones ambientales adversas o estresantes y suele prolongarse en el tiempo.
Por último, existe la depresión secundaria, provocada por enfermedades como la diabetes o el hipotiroidismo, la artritis reumatoide o el Parkinson, o por fármacos. Entre estos últimos, destacan los corticoides y los anticonceptivos orales.
Síntomas de la enfermedad
Aunque puede afectar a cualquiera, la depresión es un trastorno casi tres veces más frecuente en la mujer (58,5%) que en el hombre (23,3%), como revela un informe del Ministerio de Sanidad.
La enfermedad puede producirse solamente una vez, de forma aislada. Sin embargo, lo más habitual es que la persona afectada sufra varios episodios a lo largo de su vida, que pueden durar gran parte del día o producirse casi a diario. Entre los síntomas más comunes se encuentran los siguientes:
- Sentimientos de tristeza, vacío o desesperanza
- Arrebatos de enfado, irritabilidad o frustración
- Pérdida de interés o placer por la mayoría de las actividades cotidianas
- Alteraciones del sueño (ya sea insomnio o dormir demasiado)
- Cansancio y falta de energía
- Falta de apetito o, por el contrario, antojos de comida
- Ansiedad, agitación o inquietud
- Lentitud para razonar, hablar y hacer movimientos corporales
- Sentimientos de inutilidad o culpa y tendencia a los autorreproches
- Dificultad para pensar, concentrarse, tomar decisiones y recordar cosas
- Pensamientos frecuentes sobre la muerte, incluyendo pensamientos e intentos suicidas
En cuanto a las causas de la depresión, se desconoce una exacta, y abarca distintos factores, entre ellos, de tipo hereditario, biológico, relacionados con los neurotransmisores cerebrales o debidos a cambios hormonales.
Tratamiento de la depresión
Una vez diagnosticada la enfermedad (mediante pruebas que pueden incluir un análisis de sangre, una evaluación psiquiátrica y una exploración física), los fármacos y la psicoterapia son las opciones más habituales para tratarla.
Antidepresivos. Será el médico quien decida cuál recetar, siendo los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina muy comunes. A veces, el especialista recomienda combinar antidepresivos con otros fármacos, cono un estabilizador del ánimo, un ansiolítico o un antipsicótico.
Psicoterapia. Tanto la terapia cognitiva conductual (es decir, la que contribuye a modificar los pensamientos y actitudes negativas) como la terapia interpersonal (en entornos grupales) son muy efectivas para cambiar comportamientos que empeoran la depresión y recuperar el control de nuestra vida.
Como ve, un elevado porcentaje de la población padece depresión de forma puntual o crónica. Seguir las pautas médicas es fundamental para tratar esta enfermedad. Asimismo, llevar una dieta sana y equilibrada y hacer deporte moderado con frecuencia contribuyen al bienestar emocional y físico.
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Fuentes:
Depresión (trastorno depresivo mayor). Mayo Clinic. https://www.cun.es/enfermedades-tratamientos/enfermedades/depresion
Salud mental en datos: prevalencia de los problemas de salud y consumo de psicofármacos y fármacos relacionados a partir de los registros clínicos de atención primaria. Félix Miguel García, María Cruz Calvo Reyes e Iria Rodríguez Cobo. Ministerio de Sanidad. Diciembre 2020.
https://www.sanidad.gob.es/estadEstudios/estadisticas/estadisticas/estMinisterio/SIAP/Salud_mental_datos.pdf
