Poner límites ayuda a crear relaciones más sanas con los demás y salvaguarda nuestro bienestar emocional.
Decir siempre que sí, no llevar la contraria para evitar discusiones o intentar satisfacer a todo el mundo son actitudes complacientes hacia los demás. Sin embargo, pueden no serlo para nosotros mismos y volverse en contra.
Atrevernos a no gustar es difícil, pero a la vez importante para proteger las propias emociones y satisfacer nuestras necesidades personales. Y es que poner límites nos da un sentido de pertenencia sobre el espacio físico, nuestro cuerpo y nuestros sentimientos.
¿Por qué es importante poner límites?
Poner límites es importante para establecer relaciones saludables con los demás y garantizar nuestro bienestar emocional.
Mejora las relaciones. Los límites protegen los vínculos para que no se vuelvan inseguros. Marcar distancias necesarias permite convertirnos en nuestra prioridad.
No son rígidos. De hecho, los límites deberían ser flexibles y adaptables al momento, al lugar y a la situación. Revísalos de vez en cuando y evita que sean rígidos.
Garantizan el bienestar emocional. No ponemos los mismos límites a todo el mundo; depende de la situación y el vínculo que nos una a cada persona, pero a la larga siempre nos hacen sentir mejor.
Dan espacio para crecer. Los límites muestran nuestra vulnerabilidad. Cuando compartimos esta cualidad, nos acercamos más a la gente y esto nos hace evolucionar positivamente a nivel personal.
Cómo poner límites a las personas
Poner límites a las personas no es fácil, ya que desde pequeños nos han enseñado a complacer a los demás. Sin embargo, existen pautas muy útiles para establecerlos.
Ser asertivo. Tener la habilidad de comunicar y defender tus ideas de forma correcta y firme ayuda a interactuar con los demás. Así, si un amigo te propone un plan que no te interesa, puedes decir: «Gracias, déjame unos días para pensarlo» o «Quizá prefiera hacer otra cosa“.
Decir «no». Aunque solamente sea una palabra de dos letras, significa mucho. De entrada, puedes decirlo con una explicación posterior, aunque no es necesario. Si alguien te pide el móvil o un compañero de trabajo un cambio de turno, puedes decir que «no» sin ofrecer excusas.
Desconectarse. La tecnología puede robarnos tiempo valioso. La Universidad de Virginia encontró que estar siempre disponibles para responder un email de trabajo puede disminuir nuestro bienestar y crear conflictos en nuestras relaciones. Valora hasta qué punto puedes llevar a cabo esa desconexión y hazlo.
Reconocer las virtudes. En lugar de compararte con los demás, haz una lista de las cosas que te hacen único y especial. Seguro que te sorprendes. Hazlo de forma objetiva para evitar caer en el egocentrismo. Valorar tus virtudes te hará ganar confianza en ti.
Aceptar que no se cae bien a todos. Tampoco sería natural. Las diferencias de opinión, las sensibilidades y la personalidad de cada uno hace que tengamos mayor o menor afinidad con las personas. No se puede tener química con todo el mundo.
Evitar relaciones descompensadas. La atención desmedida a las necesidades de los demás puede abrumar y, a la vez, hacernos sentir mal. Cuando no hay un equilibrio entre lo que damos y lo que recibimos, se acaban rompiendo los vínculos afectivos.
Respetar los límites ajenos. Marcar los propios implica respetar los de los demás. Debemos ser conscientes de si damos lo que queremos recibir. Cuando alguien establece un límite, hay que respetarlo y valorar su opinión. De esta manera, los demás también respetarán la nuestra.
Disfrutar de la soledad. Aunque somos seres sociales, es fundamental tener una buena comunicación con nosotros mismos y saber estar solos. Quienes necesitan estar siempre acompañados pueden generar vínculos de dependencia y toxicidad.
Como ves, establecer límites ayuda a fortalecer las relaciones con los demás y nos ayuda a construir un espacio emocional valioso para nosotros.
Aunque poner esos límites puede ser un desafío personal, es esencial para nuestra salud, bienestar e incluso nuestra seguridad.
En Nueva Mutua Sanitaria contamos con los mejores psicólogos y psiquiatras, que pueden ayudarte a conocer y controlar tus emociones.
Fuentes:
Killing me softly: Electronic communications monitoring and employee and spouse well-being. William J. Becker, Liuba Belkin and Sarah Tuskey. Academy of Mangement. July 2018. https://doi.org/10.5465/AMBPP.2018.121
Un método para aprender a poner límites. Francesc Miralles. Cuerpomente. Enero 2021. https://www.cuerpomente.com/psicologia/poner-limites-prioridades_4886
The No BS Guide to Protecting Your Emotional Space. Jennifer Chesak. Healthline. December 2018. https://www.healthline.com/health/mental-health/set-boundaries
Aprende a poner límites en seis pasos. Melissa González. ABC. Marzo 2022. https://www.abc.es/bienestar/psicologia-sexo/psicologia/abci-aprende-poner-limites-seis-pasos-202203240022_noticia.html