Una mala alimentación, el sedentarismo o el insomnio pueden afectar negativamente a nuestras emociones.
Alternar estados de alegría y tristeza es algo normal en la vida de cualquiera. El ánimo varía según las circunstancias y nos puede afcetar en mayor o menor medida. El problema surge cuando estos cambios interfieren en nuestro día a día, generando angustia y malestar.
El origen de la angustia puede venir por problemas de salud mental, de tipo hormonal o por el uso de ciertos medicamentos.
Asimismo, el estrés, la alimentación y los hábitos de sueño también pueden influir en nuestro equilibrio emocional.
Por qué tengo cambios de humor repentinos
Es común experimentar cambios de humor de vez en cuando o pasar por un período corto de sentirse eufórico o triste. Pero si el comportamiento es impredecible durante varios días o más, puede ser una señal de algo más serio.
Trastornos del estado de ánimo. Incluyen varias patologías, como el trastorno bipolar, la ciclotimia (más leve), la depresión, la esquizofrenia, el trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH), etc. Estas condiciones pueden tratarse con medicación, hábitos y terapia.
Factores hormonales. Las hormonas que afectan a la química del cerebro pueden causar cambios en el ánimo. Las mujeres pueden experimentar alteraciones emocionales con el síndrome premenstrual y la menopausia, al igual que las embarazadas durante la gestación.
Uso de sustancias. El consumo excesivo de alcohol y drogas puede conducir a la adicción, lo que condiciona el estado de ánimo y puede afectar gravemente la vida. Por suerte, existen numerosos programas y recursos para ayudar a tratar este tipo de trastornos.
Otros problemas de salud. Algunas afecciones pueden causar cambios de humor, como aquellas que afectan los pulmones, el sistema cardiovascular y la tiroides. Asimismo, el estrés, la dieta, el sueño o un cambio súbito en la vida pueden influir en nuestra estabilidad emocional.
Cómo tratar los cambios de humor
Adquirir ciertos hábitos, acudir a una terapia psicológica o tomar ciertos medicamentos puede ayudarnos a encontrarnos mejor.
Horario fijo. Intenta crearte una rutina diaria, márcate un horario para cada cosa: para levantarte, trabajar, comer, hacer deporte e, incluso, para acostarte.
Ejercicio diario. La Universidad de Estocolmo encontró que al hacer deporte, los músculos producen una enzima que elimina una molécula relacionada con el estrés y la depresión.
Duerme más. Intenta descansar como mínimo, 7 horas cada noche. La Clínica del Sueño Wink (Australia) halló que la falta de sueño en la adolescencia es un factor de riesgo de depresión.
Aliméntate mejor. La dieta está muy vinculada al estado de ánimo. Intenta añadir a tus menús diarios más vegetales, limitar las carnes rojas y suprimir los procesados, altos en sal y azúcar.
Medita. El yoga y la meditación pueden ayudar al equilibrio emocional. La Universidad de Boston concluyó que el yoga puede ser una práctica valiosa para tratar la ansiedad.
Comunícate. Si te sientes mal, cuéntale tu situación a familiares o amigos. También anotar en un diario tus cambios de humor, los momentos y las circunstancias en que se producen puede ayudar a encontrar las causas.
Como ves, las situaciones de estrés o llevar hábitos poco saludables pueden alterar nuestro bienestar emocional. Cuando se alarga en el tiempo y afecta a nuestra vida, debemos ponernos en manos de un experto.
En Nueva Mutua Sanitaria contamos con los mejores psicólogos y psiquiatras, que pueden ayudarte a conocer y controlar tus emociones.
Fuentes:
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Sleep’s role in the development and resolution of adolescent depression. Gradisar, M., Kahn, M., Micic, G. et al. Nature Reviews Psychology. June 2022. https://doi.org/10.1038/s44159-022-00074-8
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What can cause rapid shifts in mood? Natalie Silver. Healthline. December 2019. https://www.healthline.com/health/rapid-mood-swings