Una alimentación sana y sostenible, el ejercicio físico y las herramientas tecnológicas mejoran la salud general.
Desde 1950, el 7 de abril se celebra el Día Mundial de la Salud. Una fecha que reconoce la salud y el bienestar como un derecho básico y universal. Cada año se elige un tema de salud específico para destacar un área prioritaria de interés para la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Este 2024, y bajo el lema Mi salud, mi derecho, se reivindica el derecho de todas las personas a tener acceso a servicios de salud, educación e información, así como a agua potable, aire limpio, buena nutrición, vivienda de calidad, condiciones ambientales y de trabajo decentes, y libertad de discriminación.
Cinco retos de salud actuales
La cobertura global de la salud exige el compromiso de todas las administraciones y la inversión en esta materia para que todas las personas puedan disfrutar del bienestar físico y emocional como un derecho.
Con los años, surgen nuevas necesidades y retos en esta área, que deben abordarse para lograr el objetivo universal de llegar a todo el mundo. Destacamos estos cinco desafíos:
Envejecimiento saludable. Es uno de los grandes hitos del siglo XXI. El 90% de las personas que nacen en países desarrollados llega a los 65 años. Esta situación plantea dos grandes retos: que los mayores sigan integrados y activos en la sociedad y reducir las patologías asociadas a la edad para un envejecimiento sano.
Esto incluye implementar medidas que tengan un impacto (como hacer ejercicio y seguir una dieta saludable), además de investigar nuevos tratamientos para combatir las principales enfermedades crónicas, así como lograr soluciones que puedan frenar o retardar el envejecimiento.
Alimentación más sana y sostenible. La demanda de productos de origen animal y de alimentos procesados sigue ejerciendo una gran presión sobre los sistemas alimentarios. Una distribución global muy desigual, que puede provocar desnutrición y malnutrición, y enfermedades relacionadas, como obesidad y diabetes.
Para evitar esta situación, que también conlleva una disminución de los recursos naturales disponibles, es necesario un modelo de alimentación más saludable y sostenible, que genere un menor impacto ambiental y respete la cultura y la biodiversidad.
Digitalización del sistema sanitario. El actual nivel de transformación digital del sistema sanitario español es muy bajo. Disponer de competencias digitales para un uso profesional favorece el conocimiento y la innovación en la gestión de la salud.
Por ello, los profesionales de la salud deberían asumir un papel proactivo en la salud digital para mejorar la calidad de los procesos asistenciales y la salud de los pacientes. Éstos, por su parte, deberían aprender y adaptarse a los cambios en un sistema sanitario que puede beneficiarse de las soluciones tecnológicas.
Más tecnología para los trastornos neurocognitivos. La demencia y el Alzheimer afectan a muchas personas y causan un deterioro en las funciones mentales. Aunque la tecnología se implementa desde hace años, cada vez es más necesaria en la evaluación e intervención de los trastornos cerebrales.
Las herramientas de inteligencia artificial (IA) son muy útiles para el diagnóstico y el tratamiento personalizado, siempre teniendo en cuenta las cuestiones éticas relacionadas con la privacidad y la confidencialidad del paciente.
Dar visibilidad a la menopausia. Sigue siendo un tema tabú, a pesar de que todas las mujeres atravesarán esta importante etapa vital, que suele tener lugar en torno a los 50 años. Por ello, es esencial dar visibilidad e investigar para entender mejor la menopausia y el fuerte impacto que tiene en las mujeres.
Cinco claves para mantener una buena salud
Los retos anteriores nos dan una idea del panorama futuro en el ámbito de la salud. Adquirir ciertos hábitos también mejora nuestro bienestar general. Pon atención a estos cinco:
Sigue una alimentación saludable. Aumenta la ingesta de frutas y verduras y toma suficiente fibra para tener una buena salud digestiva. Por el contrario, limita el consumo de azúcar, sal y alimentos procesados. Apuesta por aquellos de temporada e intenta cocinar a la plancha o al vapor, evitando los rebozados.
Haz deporte. Elige la actividad física que prefieras para mantenerte activo y mejorar la salud emocional. Basta con dedicar media hora dos tres días a la semana, siendo constante e intentando llevarla a cabo durante todo el año.
Controla el estrés. El agitado ritmo diario y las obligaciones cotidianas pueden causar ansiedad, que repercute a nivel físico y mental. Meditar, practicar la respiración consciente, hacer deporte o actividades que nos relajen, como pintar o leer, ayuda a mantener el estrés bajo control.
Duerme lo suficiente. Un descanso reparador es esencial para nuestras funciones vitales. Mantén un horario a la hora de acostarte, evita las bebidas con cafeína y el uso de pantallas antes de irte a dormir, y hazlo en un lugar tranquilo y sin ruidos.
Hazte revisiones periódicas. Los exámenes médicos permiten detectar a tiempo dolencias y enfermedades para poder tratarlas mejor. A partir de los 40 años, pruebas sencillas, como una analítica o una exploración ginecológica, resultan esenciales para prevenir patologías.
Como ves, la salud (tanto física como emocional) es un derecho fundamental que todas las personas deberíamos tener. Las pautas anteriores son muy útiles para sentirnos bien con el paso del tiempo.
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Fuentes:
Día Mundial de la Salud 2024. Organización Mundial de la Salud. https://www.paho.org/es/eventos/dia-mundial-salud-2024-mi-salud-mi-derecho
Cinco retos de salud para 2024. Salvador Macip, Alicia Aguilar, Anna Bach et al. Universitat Oberta de Catalunya (UOC). Enero 2024. https://blogs.uoc.edu/cienciasdelasalud/es/cinco-retos-de-salud-para-el-2024/