¿Qué es el desarrollo sostenible en la salud?

Entre salud y desarrollo sostenible se establece una relación de ida y vuelta. Garantizar una vida sana y promover el bienestar de todas las personas permite construir sociedades más prósperas. De igual modo, una sociedad más próspera y sostenible redunda en una mejor salud y calidad de vida de las personas.

Pero, ¿qué es exactamente la sostenibilidad?

Qué es la sostenibilidad

Un sistema sostenible es aquel que puede perdurar en el tiempo. La sostenibilidad implica la capacidad de satisfacer las necesidades actuales de las personas sin comprometer las de las próximas generaciones.

En este sentido, el desarrollo sostenible es un modelo de progreso basado en su viabilidad a largo plazo, que contempla el equilibrio entre crecimiento económico, respeto al medio ambiente y bienestar social.

En consecuencia, la sostenibilidad puede tener diferentes enfoques:

Sostenibilidad ambiental. Pone el acento en preservar la biodiversidad sin renunciar al progreso económico y social.

Sostenibilidad económica. Se encarga de que las actividades que buscan la sostenibilidad ambiental y social sean rentables.

Sostenibilidad social. Busca la cohesión de la población y su estabilidad.

La importancia del desarrollo sostenible

La actividad económica y los estilos de vida de miles de millones de personas están determinando un impacto en el entorno en el que todos vivimos, como la contaminación y el calentamiento global.

Este impacto acarrea ya consecuencias serias en tres aspectos:

Viabilidad. Se pone en cuestión la propia viabilidad futura del sistema, además de estar afectando directa e indirectamente a la salud humana.

Pobreza. Aumento de la pobreza y la desigualdad, e incremento de movimientos migratorios y conflictos violentos.

Salud. Incremento de los problemas de salud, tanto físicos como mentales, y nuevas enfermedades infecciosas como el COVID-19 que pueden afectar a un número elevado de la población.

Por todos estos efectos, se hace necesario un desarrollo sostenible que apueste por la salud global, incluyendo a las personas y el medio ambiente, es decir, al planeta en su totalidad.

Salud y desarrollo sostenible

Desde una perspectiva amplia del concepto de salud −tal y como la definió la OMS es un “estado de completo bienestar físico, mental y social”− los vínculos con el desarrollo sostenible son múltiples.

Así, el bienestar de las personas está íntimamente ligado al compromiso de las políticas públicas y privadas respecto a:

Gestión de los sistemas naturales
Protección de la biodiversidad y del medioambiente
Urbanismo
Producción de energía y de alimentos
Crecimiento y desarrollo económico sostenible

Agenda 2030

En 2015 se llevó a cabo la actualización de ese compromiso mundial con la Agenda 2030. Ésta se plasmó en 17 objetivos de desarrollo sostenible que identificaban los retos que el planeta en su conjunto tenía por delante. Además, se proponían las actuaciones pertinentes para superarlos con la participación de los gobiernos junto con los agentes productivos y sociales.

Los 17 objetivos

Uno de los objetivos fijados por la Agenda 2030 está dedicado a “Salud y Bienestar”, si bien la mayoría de los demás se relacionan directa o indirectamente con la salud:

Fin de la pobreza (protección social de las personas en situación de pobreza o vulnerabilidad social)
Hambre cero (seguridad alimentaria, mejora de la nutrición, promover la agricultura sostenible)
Salud y bienestar (garantizar una vida sana y promover el bienestar de todos)
Educación de calidad (inclusiva y equitativa de calidad, y promover oportunidades de aprendizaje)
Igualdad de género (empoderar a todas las mujeres y las niñas)
Agua limpia y saneamiento (disponibilidad, gestión sostenible del agua y saneamiento)
Energía asequible y no contaminante (acceso a una energía segura, sostenible y moderna)
Trabajo decente y crecimiento económico (empleo pleno, productivo y decente)
Industria, innovación e infraestructura (industria inclusiva y resiliente, fomento de la innovación)
Reducción de las desigualdades (reducir la desigualdad en los países y entre ellos)
Ciudades y comunidades sostenibles (que sean inclusivos, seguros, resilientes y sostenibles)
Producción y consumo responsables (modalidades de consumo y producción sostenibles)
Acción por el clima (medidas urgentes para combatir el cambio climático y sus efectos)
Vida submarina (conservar y usar sosteniblemente los océanos, los mares y los recursos marinos)
Vida de ecosistemas terrestres (contra la desertificación y la degradación de tierras)
Paz, justicia e instituciones sólidas (promover sociedades pacíficas, acceso a la justicia)
Alianzas para lograr los objetivos (revitalizar la Alianza Mundial para el Desarrollo Sostenible)

Objetivos más cercanos

En cuanto a los objetivos que podían afectar más directamente a los países de nuestro entorno, la Agenda 2030 hace mención a:

Reducción de enfermedades y mortalidad asociadas al consumo de drogas, tabaco y alcohol.
Disminución de los accidentes de tráfico.
Acceso universal a los servicios de salud sexual y reproductiva.
Rebaja del número de muertes y enfermedades producidas por productos químicos peligrosos, contaminación del aire, el agua y el suelo.
Apoyo a las actividades de investigación y desarrollo de vacunas y medicamentos para las enfermedades transmisibles y no transmisibles.

Han transcurrido cinco años desde la creación de la Agenda 2030 y sus metas se están viendo sacudidas por la pandemia del SARS-CoV-2, que incide directamente sobre los objetivos específicos para la salud pero que afectará también al conjunto de factores económicos, sociales y ambientales. Es probable que, cuando la pandemia se considere superada, sea necesaria una revisión actualizada de los objetivos globales en materia de salud y de desarrollo sostenible.

Bibliografía

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