Aunque aparece de forma silenciosa, algunos signos nos pueden alertar de hipertensión. Unos hábitos sanos pueden prevenirla
La hipertensión arterial (HTA) es una afección frecuente que se produce cuando la sangre ejerce una fuerza contra las paredes de las arterias lo suficientemente alta como para poder causar una enfermedad cardíaca.
En las tres últimas décadas se ha duplicado el número de hipertensos, según la Organización Mundial de la Salud. Este problema se relaciona con más de 8,5 millones de muertes al año.
Además, es el principal factor de riesgo del accidente cerebrovascular, la cardiopatía isquémica y otras enfermedades vasculares y renales.
Cuál es la presión arterial normal
La presión arterial se mide con un manómetro conectado a un manguito inflable que se envuelve alrededor del brazo y se aprieta suavemente. La lectura de la presión arterial se determina en milímetros de mercurio (mm Hg) y se indica mediante dos números: la presión arterial sistólica y la diastólica.
La sistólica, o superior, mide la presión en las arterias cuando el corazón late, mientras que la presión arterial diastólica mide la presión en las arterias entre los latidos. El rango normal se sitúa en 120 sobre 80 (120/80).
Síntomas de la hipertensión
Una mala alimentación, la falta de ejercicio, el estrés y el tabaco son factores de riesgo que pueden contribuir a la hipertensión.
El principal problema de la tensión arterial alta es que suele aparecer sin signos ni síntomas, de ahí que se la conozca como el «asesino silencioso».
Aun así, hay indicadores que nos alertan sobre su posible existencia.
Sangre en los ojos. Conocida como hemorragia subconjuntival, es común en personas con diabetes y presión arterial alta.
Enrojecimiento facial. Ocurre cuando los vasos sanguíneos de la cara se dilatan. La presión arterial alta puede provocar enrojecimiento facial.
Mareos. Si el mareo es repentino y conlleva pérdida de coordinación y equilibrio o problemas para caminarpuede ser indicador de un accidente cerebrovascular (la hipertensión es la causa).
Si la presión arterial aumenta rápida y severamente y marca 180/120 o más podría requerir atención médica inmediata. Estos son algunos síntomas específicos de un aumento repentino de la presión.
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- Dolor de cabeza intenso
- Dificultad para respirar
- Hemorragias nasales
- Ansiedad severa
Cómo mantener controlada la presión arterial
Determinados hábitos ayudan a mantener la presión en los niveles adecuados para evitar problemas asociados a esta.
Peso saludable. Es esencial para evitar un aumento de la presión arterial. Intenta mantener un índice de masa corporal (IMC) por debajo de 25. Por encima, se habla de sobrepeso.
Actívate. Aconsejan al menos 150 minutos de ejercicio a la semana. Si necesitas reducir la presión arterial, recomiendan hacer 40 minutos de mayor intensidad dentro de ese tiempo.
Sigue la dieta DASH. La dieta Enfoques Alimentarios para Detener la Hipertensión consiste en comer más frutas, verduras, cereales integrales y lácteos bajos en grasa y reducir la sal.
Toma probióticos. Aumenta la ingesta de yogur, kéfir y alimentos fermentados, muy beneficiosos para reducir la presión arterial. En general, los probióticos son grandes aliados para el corazón.
Aprende a relajarte. El estrés puede aumentar la presión arterial. El yoga y la meditación ayudan a desconectar. La Universidad de Chiba (Japón) encontró que los entornos forestales pueden reducir las concentraciones de cortisol (hormona del estrés) y la presión arterial.
Duerme más (y mejor). La falta de sueño aumenta las probabilidades de desarrollar hipertensión. Cena dos horas antes de acostarte, apaga los móviles y descansa entre 7 y 9 horas.
Como ves, existen indicadores que pueden alertarte sobre los niveles de tu presión arterial. Seguir los hábitos indicados puede ayudarte a mantenerla bajo control, aunque siempre es conveniente consultar a un especialista.
En Nueva Mutua Sanitaria contamos con los mejores cardiólogos, que te ayudarán a cuidar tu corazón y a prevenir patologías relacionadas con la presión arterial.
Fuentes:
Worldwide trends in hypertension prevalence and progress in treatment and control from 1990 to 2019: a pooled analysis of 1201 population-representative studies with 104 million participants. Bin Zhou, Rodrigo M Carrillo-Larco, Goodarz Danaei et al. The Lancet. August 2021. https://doi.org/10.1016/S0140-6736(21)01330-1
The physiological effects of Shinrin-yoku (taking in the forest atmosphere or forest bathing): evidence from field experiments in 24 forests across Japan. Bum Jin Park, Yuko Tsunetsugu, Tamami Kasetani, Takahide Kagawa and Yoshifumi Miyazaki. Environmental Health and Preventive Medicine. January 2010. https://doi.org/10.1007/s12199-009-0086-9