Saciantes y diuréticas, las fresas son muy beneficiosas para el corazón, el cerebro y el aparato digestivo. Descubre todas sus virtudes.
Su intenso aroma y su genuino sabor, que puede ser muy ácido o bien dulce, convierten a las fresas en un gran reclamo. Esta fruta roja, redondeada y de tamaño variable, anuncia el final del invierno y el principio de la primavera. Son pocos los que se resisten a incorporarlas a su dieta.
Motivos no les faltan. Y es que las fresas aportan muchos nutrientes y son una de las frutas con más antioxidantes. Además, son saciantes y muy ligeras, por lo que podemos comerlas sin remordimiento.
Las fresas proceden del fresal, una planta de la familia de las rosáceas. Fragaria vesca, que deriva del latín fragans, significa olorosa y es el nombre botánico de las fresas. Un término muy acertado para una fruta de fragancia intensa, que se percibe a distancia.
En cuanto a su origen, las fresas silvestres ya existían en la Prehistoria y las consumían griegos y romanos. No obstante, su cultivo es posterior y data del siglo XIII en Europa, concretamente, de la región de Los Alpes.
En nuestro país, son muy populares las fresas de Huelva, aunque también destacan las cultivadas en la zona del Maresme barcelonés, en Valencia y Extremadura. Además de comerlas solas y disfrutar de su sabor y propiedades, esta fruta de temporada es muy versátil y da mucho juego en la cocina.
8 beneficios de las fresas
Como hemos adelantado, las fresas son una fuente de antioxidantes, compuestos químicos que luchan contra los radicales libres. A esta virtud se suman otras tantas. Pon atención a las siguientes:
Bajas en calorías. Las fresas están compuestas principalmente por agua (el 90% de su peso). Cuatro o cinco fresas (unos 100 gramos) apenas aportan 40 calorías y 0,5 gramos de grasa. Por ello, están recomendadas en dietas de adelgazamiento.
Mejoran el tránsito intestinal. La citada cantidad de fresas aporta 2,2 gramos de fibra, que previene el estreñimiento y favorece la digestión.
Aliadas para el corazón. Gracias a su contenido en potasio, las fresas ayudan a controlar la tensión arterial y reducen el colesterol malo. Investigadores españoles e italianos hallaron que tomar 500 gramos de fresas al día disminuye un 14% el colesterol LDL y un 21% los triglicéridos.
Diuréticas. Por su alto contenido en agua, es una fruta diurética y depurativa. Asimismo, su riqueza en calcio y potasio favorece la eliminación de ácido úrico. Esto ayuda a prevenir enfermedades como la gota y las piedras en la vesícula.
Protege el cerebro. Científicos de la Universidad Estatal de San Diego (EE.UU.) encontraron que las fresas mejoran la función cognitiva en las personas mayores. Esto se debe a su alto contenido en fisetina, una sustancia presente en la fruta roja que ayuda a prevenir enfermedades degenerativas.
Antiinflamatorias. Esta fruta contiene pequeñas cantidades de ácido salicílico, el principio activo de las aspirinas. Esta sustancia ejerce una acción antiinflamatoria y ayuda a mejorar dolencias como la artritis, el reuma, las cefaleas y el dolor menstrual. El ácido salicílico también mejora la piel en personas con acné.
No obstante, las personas alérgicas a la aspirina deberían evitar su consumo, ya que las fresas podrían causar alguna reacción.
Ayudan a combatir la anemia. Por su contenido en hierro y sobre todo en vitamina C (100 gramos contienen unos 60 mg), las fresas son muy efectivas para prevenir y combatir la anemia. Combínalas con otros vegetales ricos en vitamina C, como los kiwis y el pomelo.
Aptas para diabéticas y embarazadas. Al contener pocos azúcares y altas dosis de ácido fólico, las personas con diabetes y las embarazadas pueden tomarlas. En cambio, deberían evitar su consumo quienes tienen el colon irritable, el intestino delicado y piedras en el riñón.
Cómo conservarlas
Aunque disponibles todo el año, la temporada de recolección y la época óptima de consumo es de marzo a julio. Las fresas son muy perecederas, por lo que conviene elegir piezas enteras, sin golpes y con las hojas verdes.
Una vez en casa, si vamos a consumirlas, hay que lavarlas bien, pero sin dejarlas en remojo, para evitar que pierdan sus nutrientes. Si no vamos a tomarlas al momento, la mejor opción es conservarlas en un recipiente cerrado en la nevera, como máximo, cinco días.
Por otro lado, hay que evitar ponerlas en el congelador, ya que al descongelarlas, las fresas pierden agua, aroma y se vuelven agrias.
Cuatro recetas con fresas
Tomarlas solas ya es una delicia, aunque las fresas también pueden ser el ingrediente estrella en ensaladas, postres y mermeladas. Por eso, te proponemos estas cuatro recetas:
Ensalada de fresas con tomate y burrata
Tuesta un puñado de piñones en una sartén hasta que adquieran un tono dorado. Lava bien 8 fresas y un tomate mediano y córtalos en rodajas. Coloca una burrata en un plato y añade las fresas y los tomates troceados. Decora con hojas de albahaca y aliña con un chorrito de aceite de oliva virgen.
Sopa de fresas con queso fresco
Escalda cuatro tomates maduros. Pélalos, córtalos y tritúralos en un recipiente. Añade un pimiento rojo, una cebolla y dos pepinos troceados y tritura hasta formar una crema fina. Echa un chorrito de aceite, vinagre, unas fresas troceadas y una pizca de sal, pon la sopa en la nevera y sirve con dados de queso fresco.
Mermelada de fresas
Lava un kilo de fresas, trocéalas y ponlas en un bol grande. Vierte 8 ml de zumo de limón y un poco de azúcar, mezcla bien y deja en reposo toda la noche. Al día siguiente, pon la mezcla a hervir en una olla y remueve. Pasada media hora, repártela en tres o cuatro tarros de cristal y déjalos en reposo un día.
Mousse de fresas
Lava 20 fresas, córtalas y tritúralas. Añade 200 ml de nata para montar y bate hasta obtener una mezcla cremosa. Bate tres claras de huevo a punto de nieve y añade tres cucharaditas de azúcar. Mezcla todo en un bol hasta obtener una mousse homogénea. Déjala tres horas en la nevera y sirve con hojas de menta.
Como ves, las fresas son ligeras, saciantes y tienen propiedades antiinflamatorias y antioxidantes. Disfrútalas estos meses y añádelas a tus platos. Combínalas con una dieta sana y equilibrada, rica en frutas, verduras y legumbres. Haz deporte de forma regular y duerme suficientes horas.
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Fuentes:
One-month strawberry-rich anthocyanin supplementation ameliorates cardiovascular risk, oxidative stress markers and platelet activation in humans. José M. Álvarez-Suárez, Francesca Giampieri, Sara Tulipani, Tiziana Casoli et al. Journal of Nutritional Biochemistry. March 2014. Doi: 10.1016/j.jnutbio.2013.11.002
Fisetin Reduces the Impact of Aging on Behavior and Physiology in the Rapidly Aging SAMP8 Mouse. Antonio Currais, Catherine Farrokhi, Richard Dargusch, Aaron Armando et al. The Journals of Gerontology. March 2018. https://doi.org/10.1093/gerona/glx104
Fresas. Cuerpomente. https://www.cuerpomente.com/guia-alimentos/fresa
Fresas, una de las frutas más antioxidantes. Neus Palou. La Vanguardia. Abril 2021. https://www.lavanguardia.com/vivo/20170319/421009811497/fresas-antioxidantes-fruta-alimentacion-propiedades.html#:~:text=Este%20fruto%20rojo%20tambi%C3%A9n%20es,personas%20que%20padecen%20hipertensi%C3%B3n%20arterial
