Un elevado nivel de azúcar en sangre es indicador de esta enfermedad. Nuestro estilo de vida puede evitar su aparición
La diabetes es una enfermedad crónica grave que aparece cuando el páncreas no produce suficiente insulina (la hormona que regula la concentración de azúcar en la sangre) o cuando nuestro organismo no puede utilizar la insulina que produce de manera eficaz.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) cifró en 422 millones los adultos que padecían diabetes en 2014, una cifra que ha ido en aumento en los últimos años.
La diabetes puede ser de tipo 1 o 2. La de tipo 1, con mayor incidencia en niños y jóvenes, no puede prevenirse y obliga a quienes la padecen a inyectarse insulina. En el caso de la diabetes tipo 2, la más habitual, el organismo no utiliza adecuadamente la insulina que produce, aunque sí puede evitarse siguiendo un estilo de vida saludable.
Formas de evitar la diabetes tipo 2
Por suerte, existen pautas sencillas y efectivas para prevenir su aparición.
- Desayuna a diario. La Universidad de Wuhan encontró que las personas que se lo saltan tienen un 20% más de riesgo de padecer diabetes tipo 2. Es importante que incluya verduras, proteínas magras, grasas saludables y una pequeña porción de carbohidratos saludables.
- Disfruta del café. Varios estudios han demostrado que beber seis tazas de café al día (tanto con cafeína como descafeinado) reduce notablemente el riesgo de diabetes tipo 2. Los beneficios tienen que ver con componentes naturales del café, como el magnesio y el ácido clorogénico.
- Toma magnesio. Este mineral es esencial para el corazón, los músculos y el sistema inmune. Tomando 100 mg diarios se puede disminuir un 15% el riesgo de diabetes. Una taza de frijoles, media de espinaca cocida o tres plátanos contienen esa cantidad.
- Dieta mediterránea. El Instituto de Salud Carlos III demostró que esta dieta ayuda a reducir el riesgo de cáncer, mantener el corazón sano y prevenir la diabetes tipo 2. La clave está en su riqueza en frutas, verduras, cereales integrales y grasas monoinsaturadas.
- Verduras de hoja verde. La Universidad de Leicester reveló que tomar una taza y media al día reduce un 14% la probabilidad de desarrollar la dolencia. Añade espinacas a la tortilla, sustituye bocadillos por ensaladas e incorpora las verduras de hoja verde a tus batidos de fruta.
- Nada de alcohol. Beber alcohol puede ser perjudicial para la salud. Acorta la vida, daña al corazón y favorece la aparición de cáncer y depresión. Además, es alto en calorías vacías (no aportan ningún nutriente) y puede ocasionar problemas de obesidad.
Como ves, la alimentación y nuestro estilo de vida juegan un papel clave en la prevención de la diabetes. Además de esto, haz ejercicio físico moderado de forma regular, ya que ayuda a evitar el sobrepeso (uno de los factores de riego de esta enfermedad) y favorece la salud física y emocional.
El servicio de nutrición del Centro Médico Claudio Coello, de Nueva Mutua Sanitaria, puede ayudarte a configurar una dieta saludable con la que prevenir la diabetes.
Fuentes:
Diabetes. 13 de abril de 2021. OMS. https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/diabetes
Number of Americans with Diabetes Projected to Double or Triple by 2050. Centers for Disease Control and Prevention. October 2010. https://www.cdc.gov/media/pressrel/2010/r101022.html
Breakfast skipping and the risk of type 2 diabetes: A meta-analysis of observational studies. Bi, H., Gan, Y., Yang, C., Chen, Y., Tong, X., & Lu, Z. Public Health Nutrition. February 2015. https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/25686619/
Effects of a Mediterranean-Style Diet on Cardiovascular Risk Factors A Randomized Trial. Ramon Estruch, Miguel Ángel Martínez-González, MD, Dolores Corella, Jordi Salas-Salvado, Valentina Ruiz-Gutiérrez et alt. Annals of Internal Medicine. 2006. http://citeseerx.ist.psu.edu/viewdoc/download?doi=10.1.1.932.3768&rep=rep1&type=pdf
Fruit and vegetable intake and incidence of type 2 diabetes mellitus: systematic review and meta-analysis. Carter P, Gray L J, Troughton J, Khunti K, Davies M J. Bristish Medical Journal. August 2010. https://doi.org/10.1136/bmj.c4229