Es una infección pulmonar, causada por virus, hongos o bacterias que inflaman los alveolos. Conoce más sobre esta enfermedad.
Cada año se diagnostican en nuestro país entre 2 y 10 casos de neumonía por cada 1.000 habitantes, según la Consejería de Sanidad de Madrid.
Con motivo del Día Mundial contra la Neumonía (12 de noviembre), recopilamos los datos más importantes sobre esta enfermedad, así como las claves para su prevención y tratamiento.
Qué es lo que provoca una neumonía
La neumonía es una infección en uno o ambos pulmones causada por bacterias, virus u hongos. Provoca la inflamación de los sacos de aire de los pulmones (alveolos), que se llenan de líquido o pus, lo que dificulta la respiración.
La neumonía viral y la bacteriana son contagiosas, es decir, pueden transmitirse de una persona a otra por la inhalación de gotitas en el aire de un estornudo o tos. También al tocar superficies u objetos contaminados con bacterias o virus que las causan. La neumonía fúngica, en cambio, no es contagiosa.
Causas de la neumonía
Como hemos visto anteriormente, la neumonía está causada por virus, bacterias u hongos. De cada uno de estos agentes, existen distintos tipos.
Neumonía por bacterias. El neumococo (Streptococcus pneumoniae) suele originar esta afección. Otras bacterias, como el micoplasma y la legionela, también pueden provocarla.
Neumonía fúngica. Los hongos del suelo o de excrementos de pájaros pueden causar neumonía, sobre todo en mayores con enfermedades pulmonares o con sistemas inmunitarios debilitados.
Neumonía viral. Virus respiratorios como la gripe, el resfriado o el coronavirus pueden causar neumonía. Es más leve que las otras dos y, en un par de semanas, puede mejorar sin tratamiento.
Tipos de neumonía
Además de estos tres tipos de neumonía, esta afección pulmonar se clasifica según el lugar o la manera en la que se adquirió.
Neumonía adquirida en el hospital (HAP). Es de tipo bacteriano y se adquiere en una estancia hospitalaria. Puede ser más grave porque las bacterias pueden ser más resistentes a antibióticos.
Neumonía adquirida en la comunidad (NAC). Es aquella que podemos coger fuera de un entorno médico o institucional.
Neumonía asociada al ventilador (NAV). El uso de este aparato puede ser la causa de un tipo de neumonía llamada VAP.
Neumonía por aspiración. La inhalación de bacterias en los pulmones a través de alimentos, bebidas o saliva puede causar neumonía por aspiración (problemas de deglución).
Neumonía ambulante. Tipo de neumonía leve que a veces pasa desapercibida. Sus síntomas son tos seca, escalofríos y dificultad al respirar. El tiempo de recuperación puede ser largo.
Síntomas de la neumonía
Los síntomas de la neumonía pueden ser leves o graves. En este último caso, incluso puede ser necesario un ingreso en la UCI. Estos son los síntomas más frecuentes de una neumonía:
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- Tos con mucosidad
- Fiebre
- Sudoración excesiva
- Dificultad para respirar, tanto en movimiento como en reposo
- Dolor en el pecho, que empeora al respirar o toser
- Sensación de fatiga
- Pérdida de apetito
- Náuseas o vómitos
- Dolor de cabeza
Tratamiento de la neumonía
Dependiendo del tipo de neumonía y de su gravedad, el médico podrá determinar un tipo de tratamiento u otro.
Fármacos con receta. Si la neumonía es bacteriana, suele tratarse con antibióticos orales, que no sirven cuando es viral. Para la neumonía por hongos suelen usarse medicamentos antimicóticos.
Fármacos de venta libre. La aspirina y el ibuprofeno son dos medicamentos muy efectivos para aliviar síntomas como el dolor y la fiebre. En muchos casos también se recomiendan antitusivos para calmar la tos, aunque esta ayuda a eliminar el líquido de los pulmones.
Remedios caseros. No curan la neumonía, pero sirven para mejorar los síntomas. Beber líquidos, hacer gárgaras con agua salada o tomar infusiones que lleven jengibre o cúrcuma alivia el malestar generado por la enfermedad.
Hospitalización. Se produce cuando los síntomas son muy graves o existen otros problemas de salud. En el hospital pueden suministrarnos antibióticos por vena, otros específicos para los pulmones o también oxigenoterapia para mantener los niveles de oxígeno en sangre.
Como ves, los virus, bacterias y hongos pueden causar neumonía, que debe tratarse para evitar complicaciones. Las vacunas contra la gripe y otras específicas contra esta afección pueden adyuar a prevenirla. También debemos lavarnos las manos con regularidad, cubrirnos al toser y estornudar y evitar el tabaco.
Asimismo, seguir una dieta sana y equilibrada, hacer ejercicio con regularidad y dormir lo suficiente puede ayudar a fortalecer el sistema inmunológico.
En Nueva Mutua Sanitaria contamos con los mejores neumólogos para tratar los problemas respiratorios.
Fuentes:
Mortalidad por neumonía. Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid. http://observatorioresultados.sanidadmadrid.org/
Causas de la neumonía. Antoni Torres Martí y Juan Roselló. PortalClinic. Febrero 2018. https://www.clinicbarcelona.org/asistencia/enfermedades/neumonia/causas-y-factores-de-riesgo
Everything You Need to Know About Pneumonia. Bree Normandin. Healthline. November 2021. https://www.healthline.com/health/pneumonia
Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (SEIMC). https://seimc.org/