El teletrabajo es una modalidad laboral que existe hace años y ya venía creciendo lentamente en todo el mundo empujada por consideraciones medioambientales, económicas y de conciliación familiar. Sin embargo, la situación sanitaria impuesta por el COVID-19 en 2020 ha facilitado y acelerado notablemente esta tendencia.
Por otra parte, la tecnología ha avanzado a paso de gigante para popularizar el acceso a internet, así como el uso de aplicaciones de comunicación audiovisual como Zoom, Skype, etc. y herramientas colaborativas. Gracias a ello el trabajo en remoto se ha instalado en la sociedad normalizándose en las actividades profesionales que lo permiten.
Los numerosos avances que se han producido a lo largo de la historia relacionados con el trabajo, como la reducción de la jornada laboral o el derecho a vacaciones, supusieron una mejora en la calidad de vida de la población. El teletrabajo también forma parte de esta evolución, aportando beneficios pero también nuevos riesgos y retos.
Teletrabajo en España
Antes de la pandemia por el COVID-19 solo el 15% de los empleados dentro de la UE habían teletrabajado alguna vez. En general, en los países del norte de Europa existe un mayor arraigo del teletrabajo, mientras que, en los países del sur y del este, esta práctica se utiliza con menos frecuencia.
En España el porcentaje de trabajadores que teletrabajaron en 2019 fue del 8,3% lo que supuso un mínimo crecimiento con respecto a 10 años atrás. Sin embargo, desde el inicio del confinamiento en el mes de marzo algunas estimaciones apuntan a un 35% de los trabajadores en régimen de teletrabajo.
Según el tipo de ocupación, el teletrabajo es más frecuente en los autónomos, pymes y en ocupaciones cualificadas y personal de 35-65 años con formación universitaria.
Más allá de la actual situación, se estima que en condiciones no afectadas por la pandemia el 30% de los trabajadores podrían trabajar a distancia, al menos ocasionalmente, por lo que el margen es amplio para el incremento en las tasas de teletrabajo en España.
Regulación del trabajo a distancia
Tal es la relevancia que ha adquirido el trabajo a distancia en los últimos meses, que el Gobierno aprobó a finales de septiembre el Real Decreto-ley 28/2020 para regular sus pormenores y dotar de seguridad jurídica a este modelo de vinculación laboral.
El Real Decreto define el trabajo a distancia como una “forma de organización del trabajo […] conforme a la cual ésta se presta en el domicilio de la persona trabajadora o en el lugar elegido por esta, durante toda su jornada o parte de ella, con carácter regular.”, y al teletrabajo como el trabajo a distancia que se lleva a cabo mediante el uso exclusivo o prevalente de medios y sistemas informáticos, telemáticos y de telecomunicación.
Además, entre otros aspectos establece la voluntariedad y reversibilidad del trabajo a distancia, así como la posibilidad de trabajar a distancia total o parcialmente y el derecho a la desconexión digital.
En cualquier caso, el teletrabajo supone ventajas e inconvenientes para las empresas y los trabajadores que deben tenerse en cuenta para potenciar las primeras y minimizar los segundos.
Beneficios para la empresa
El teletrabajo supone un cambio sustancial en las dinámicas de las empresas. La falta de cultura del trabajo a distancia determina que muchos empleadores tengan dificultades para gestionar el trabajo de los empleados y su desempeño laboral cuando no están físicamente presentes.
Sin embargo, entre los beneficios empresariales que se atribuyen al teletrabajo se incluyen menores tasas de absentismo e intención de abandono. Todo ello puede redundar en una mayor productividad. Además, las empresas que incluyen el teletrabajo ejercen una mayor capacidad para la atracción y retención del talento.
Beneficios para el teletrabajador
Los estudios que se han realizado destacan mejoras en la autonomía laboral, la gestión del tiempo y la conciliación familiar del teletrabajador. También aprecian mayor nivel de satisfacción, con la consiguiente disminución de abandono de la empresa.
Además, el teletrabajo se asocia con un estrés laboral significativamente menor y un desempeño o rendimiento más positivos, así como con mayor capacidad para innovar.
Otros beneficios
Finalmente, la disminución de la movilidad genera ahorro económico y energético, así como un impacto positivo sobre la contaminación.
A nivel sociodemográfico, el teletrabajo puede contribuir al desarrollo de áreas geográficas despobladas.
Efectos negativos del teletrabajo
Sin embargo, el teletrabajo también supone ciertos riesgos para el bienestar laboral que es preciso tener presentes.
Por una parte, sin una cuidadosa gestión por parte de la empresa, es grande el riesgo de pérdida de vínculo emocional con la organización, así como de descontrol sobre la organización del trabajo o el funcionamiento de los equipos.
Por parte del trabajador, éste puede ver comprometidas su autonomía y conciliación familiar como consecuencia de la difuminación de los horarios, que conduce a la absoluta disponibilidad 24×7.
Otros riesgos para el trabajador son el aislamiento social, riesgos físicos por unas condiciones de trabajo inadecuadas o el tecnoestrés motivado por el uso exagerado de las nuevas tecnologías.
Teletrabajo y familia
A nivel familiar, ya hemos comentado que el trabajo en el domicilio favorece la conciliación, si bien requiere establecer límites y una planificación para evitar interferencias y tensiones.
Factores de éxito del trabajo a distancia
Las investigaciones señalan la necesidad de un equilibrio entre el teletrabajo y el trabajo presencial, siempre que esto sea posible.
El tipo de proyecto también se relaciona con el éxito del teletrabajo. En proyectos novedosos o vinculados a ciclos de vida de productos o procesos, la presencialidad puede ser particularmente útil durante las primeras fases.
Finalmente, también se ha mostrado relevante la supervisión y monitorización del trabajo a distancia. Un alto nivel de supervisión en el teletrabajo determina niveles más altos de compromiso, satisfacción y desempeño laboral de los empleados que teletrabajan.
Recomendaciones para un mejor trabajo a distancia
Visto todo lo anterior, para las empresas es necesario establecer estrategias de prevención que comprendan medidas de supervisión y apoyo.
Para el trabajador, una planificación consciente de sus condiciones a la hora de teletrabajar, así como apoyo psicológico si fuera necesario pueden atenuar las fuentes de estrés y contrarrestar sus consecuencias perjudiciales.
Algunas últimas recomendaciones para un teletrabajo saludable:
- Habilitar un espacio en el hogar para el desempeño laboral con las condiciones adecuadas de espacio, aislamiento, comodidad, equipamiento e iluminación.
- Establecer un horario laboral estable, con una planificación adecuada de tareas y descansos de forma periódica.
- Mantener una comunicación fluida y constante con los compañeros y supervisores.
- Tener presentes las obligaciones familiares y planificarlas de manera realista.
- Alternar durante el día ejercicio físico y trabajo, así como utilizar técnicas de relajación.
Si necesitas consultar a un psicólogo, accede al Cuadro Médico de Nueva Mutua Sanitaria.
Bibliografía
- European Commission. Telework in the EU before and after the COVID-19: where we were, where we head to. 2020.
- Anghel B, Cozzolino M, Lacuesta A. El teletrabajo en España. Artículos Analíticos. Banco de España 2020.
- Allen TD, Golden TD, Shockley KM. How Effective Is Telecommuting? Assessing the Status of Our Scientific Findings. Psychological Science in the Public Interest 2015; 16 (2): 40-68.
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- O’Brien W, Yazdani Aliabadi F. Does telecommuting save energy? A critical review of quantitative studies and their research methods. Energy Build 2020; 225: 110298. doi: 10.1016/j.enbuild.2020.110298.