Una mala alimentación, el sedentarismo o el insomnio pueden afectar negativamente a nuestras emociones.
Una mala alimentación, el sedentarismo o el insomnio pueden afectar negativamente a nuestras emociones.
Produce un deterioro funcional notable, pero en muchos casos hay tratamientos que permiten llevar una vida normal.
¿Sabías que el pescado azul, la avena o el café pueden aumentar los niveles de serotonina, (la hormona amiga de la felicidad)?
Varios estudios han avalado esta cifra para poder prevenir enfermedades, mantener un peso sano y sentirse más animado.
Poner límites ayuda a crear relaciones más sanas con los demás y salvaguarda nuestro bienestar emocional.
Andar por la naturaleza favorece la creatividad y reduce el estrés. Cálzate las zapatillas y empieza ya a moverte por la montaña.