Es una respuesta del sistema inmune. Seguir las pautas médicas ayuda a controlar sus molestias.
En ocasiones, el sistema inmunitario responde frente a determinadas sustancias que son identificadas por el organismo como potencialmente dañinas, los alérgenos. Entre ellas, destacan:
- El polen.
- Los ácaros del polvo.
- Células de la piel de animales.
- Sustancias presentes en los alimentos y los medicamentos.
En estos casos, la respuesta del sistema defensivo es perjudicial, ya que incluye diversas reacciones de tipo inflamatorio que pueden afectar a la piel y a las mucosas de los conductos respiratorios o gastrointestinales. Esto da lugar a la aparición de diferentes síntomas en las enfermedades alérgicas.
El organismo que reacciona de forma alérgica fabrica un anticuerpo que es capaz de identificar al alérgeno. Su identificación desata toda la cascada alérgica.
La gravedad de la alergia puede variar sustancialmente de una persona a otra, pudiendo expresarse con una ligera irritación o poniendo, incluso, la vida en peligro.
Vías de acceso de los alérgenos
Los alérgenos pueden acceder a nuestro organismo de diferentes maneras:
- Aire. Es una de las más habituales. Es lo que sucede cuando el polen o los ácaros del polvo son inhalados.
- Tracto gastrointestinal. Los alérgenos penetran a través de los alimentos y algunos medicamentos.
- Contacto con la piel. Tocar ciertas superficies puede desencadenar la reacción alérgica. Es lo que sucede con algunas sustancias químicas o el látex.
- Vía intravenosa o subcutánea. Por ejemplo, con inyecciones y vacunas. De igual modo, la picadura de una abeja puede inocular su veneno a través del aguijón.
Tipos de alergia
En función de los alérgenos y las zonas del cuerpo afectadas existen diferentes tipos de enfermedades alérgicas:
Rinitis alérgica. Se trata de la enfermedad alérgica más habitual. Cerca del 25% de la población en países desarrollados la padece. Aparece por el polen, los ácaros del polvo, los epitelios de animales y los hongos.
Asma alérgico. El asma afecta a un 10% de la población infantil y a un 5% de los adultos en España. Los alérgenos son los mismos que en la rinitis alérgica. Cursa con tos y dificultad para respirar.
Urticaria. Se trata de un tipo de reacción alérgica que afecta a la piel. Los alérgenos pueden proceder de alimentos, medicamentos o picaduras de insectos.
Dermatitis atópica. Es una enfermedad predominante en la población infantil, aunque también afecta a los adultos. Se caracteriza por sequedad de la piel que produce picor intenso.
Dermatitis alérgica de contacto. Ocurre cuando el alérgeno (metales, cosméticos o látex) entra en contacto directo con la piel.
Alergia alimentaria. Los alérgenos son sustancias que están en alimentos ingeridos. Los que suelen causar más alergia son la leche de vaca y el huevo en niños; y los frutos secos, las frutas y el marisco, en adultos.
Anafilaxia. Es la manifestación más grave de una reacción alérgica. Puede aparecer junto a una bajada de tensión, arritmias cardiacas, mareos y pérdida de consciencia.
Si el tratamiento no se administra a tiempo, se puede poner en riesgo la vida. Los alergenos más habituales en estos casos son los alimentos, los medicamentos o las picaduras de insectos.
Síntomas de la alergia
Los síntomas de la alergia dependerán del alérgeno y de su vía de acceso al organismo. De este modo, se podrán ver afectados las vías respiratorias, la piel y el aparato digestivo.
- Alergia al polen
La alergia al polen (y a otras sustancias en la atmósfera) pueden causar estornudos, irritación y congestión de la nariz y las mucosas, e irritación de los ojos y conjuntivitis.
- Alergia alimentaria
Puede causar hormigueo en la boca, inflamación de los labios, la lengua, el paladar y la garganta y urticaria. En los casos más graves puede darse un shock anafiláctico (o anafilaxia).
- Alergia a la picadura de un insecto
Puede cursar con un edema en el lugar de la picadura, picazón o urticaria en todo el cuerpo, tos y dificultad respiratoria. En los casos graves, anafilaxia.
- Alergia a un medicamento
La alergia a una sustancia de un medicamento puede causar urticaria o picor, erupciones cutáneas, hinchazón de la cara, problemas respiratorios y anafilaxia en los casos graves.
- Dermatitis atópica
Los síntomas de la dermatitis atópica o eccema pueden ser picor, enrojecimiento de la piel y piel escamosa.
Diagnóstico de la alergia
La técnica más utilizada para el diagnóstico de la alergia es la prueba cutánea. Consiste en colocar una gota de un preparado que contiene el alérgeno sospechoso en el brazo del paciente. A continuación, se realiza una ligera punción en la piel. Si existe la alergia se producirá una reacción de tipo inflamatorio.
Otro tipo de pruebas diagnósticas se basan en un análisis de sangre para detectar niveles elevados de inmunoglobulina E específica para un alérgeno concreto.
Tratamiento de la alergia
Existen varios tratamientos posibles para la alergia, entre los que se encuentran:
- Evitación del alérgeno responsable. Como en el caso de la intolerancia al gluten.
- Tratamiento para aliviar los síntomas. Están indicados los medicamentos descongestionantes y antihistamínicos.
- Inmunoterapia. Se trata de un tratamiento con vacunas que pueden ser suministradas por medio de inyecciones subcutáneas o por vía sublingual.
Muchas personas presentamos algún tipo de alergia. Evitar el alérgeno que nos causa reacción y seguir las pautas médicas puede ayudarnos a aliviar los síntomas. Además, seguir una alimentación equilibrada, hacer ejercicio físico regular y no fumar serán claves para mantenernos sanos y fuertes.
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Fuentes:
Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica. Alergia.