Son un tipo de grasa del cuerpo que sirve para almacenar y transportar energía. Un nivel alto puede suponer un riesgo para la salud.
Cuando comemos, el hígado convierte las calorías que el cuerpo no necesita en triglicéridos, que luego se almacenan en las células grasas. Si llevamos una dieta equilibrada, la producción de triglicéridos también suele estar equilibrada.
No obstante, si comemos en exceso productos con grasa saturada (por ejemplo, los ultraprocesados), los niveles siguen subiendo. Cuando los triglicéridos están demasiado altos, pueden depositarse en áreas donde no deberían. Es entonces cuando pueden poner en peligro nuestra salud.
Niveles altos de triglicéridos
La cantidad de triglicéridos es uno de los parámetros que aparecen en un análisis de sangre. Los triglicéridos altos se conocen como “hipertrigliceridemia”:
- Nivel recomendado de triglicéridos en sangre: hasta 150 mg/dl.
- Nivel considerado dentro de la normalidad: hasta 200 mg/dl.
- Nivel de triglicéridos considerado muy alto: por encima de 500 mg/dl.
En qué afecta tener los triglicéridos altos
Cuando los triglicéridos alcanzan niveles en sangre superiores a 150 mg / dL, las moléculas grasas pueden comenzar a afectar negativamente al resto del cuerpo y a la salud en general.
Sistema cardiovascular. Tener triglicéridos altos (y colesterol LDL o «malo» alto) se asocia con la acumulación de grasa en las arterias. La sangre no circula tan libremente, lo que aumenta el riesgo de accidentes cardiovasculares (ataque cardíaco e ictus).
Colesterol. Los triglicéridos y el colesterol no son el mismo tipo de grasa, pero están conectados. Cuando los primeros bajan, el colesterol bueno sube. Y cuando los triglicéridos son altos, el LDL también, lo que puede ser crítico para desarrollar dolencias cardíacas.
Músculos. Tener niveles altos de triglicéridos puede ser una señal de advertencia de que los músculos se están volviendo resistentes a la insulina. Esta condición se asocia también a la diabetes tipo 2 y la obesidad.
Páncreas. Este órgano ayuda a convertir los alimentos en combustible. Con más de 500 mg / dL triglicéridos, el páncreas puede sufrir una inflamación grave (pancreatitis aguda).
Piel. En personas con hipertrigliceridemia genética, los triglicéridos pueden quedar atrapados en la piel, causando xantomas eruptivos (bultos cerosos amarillentos) en nalgas, hombros, brazos y piernas.
Hígado. Este órgano produce triglicéridos, pero cuando los niveles son muy altos también puede provocar una acumulación de grasa dañina, causando la enfermedad del hígado graso. Esta dolencia puede provocar daño hepático permanente y cirrosis.
Ojos. Los triglicéridos muy altos pueden acumularse en la retina (parte posterior del ojo). Esto se llama lipemia retinal, y afecta a las arterias y venas. Afortunadamente, esto no suele influir en la visión, pero es otra señal de que se necesita acudir a un médico.
Cómo reducir los niveles de triglicéridos
Si nos han diagnosticado triglicéridos altos, o simplemente queremos ser proactivos con nuestra salud, hay varias medidas que podemos seguir.
De hecho, los expertos aseguran que cambiando el estilo de vida se pueden reducir los triglicéridos a la mitad, especialmente si están en el límite alto o muy alto (200-500 mg / dL).
Consumir una dieta saludable. Pon freno a los refrescos, los fritos, el pan y la pasta blancos, el alcohol, los zumos y los precocinados, ya que son alimentos energéticos más densos.
Incrementar tu actividad física. Estar inactivo puede aumentar el riesgo de niveles altos de triglicéridos. Incluso caminar o subir escaleras pueden ser muy efectivas.
Dejar de fumar. El tabaco puede aumentar los triglicéridos, junto con otros problemas de salud. Si eres fumador, ya es momento de dejar de hacerlo. Si te ves incapaz, pide ayuda.
Un estilo de vida saludable que incluya una vida activa, un consumo limitado de alcohol y azúcares y un peso corporal saludable es la mejor manera de mantener los triglicéridos a raya.
En Nueva Mutua Sanitaria contamos con los mejores profesionales médicos que te pueden ayudar a valorar tu nivel de triglicéridos.
Fuentes:
Dislipemias. Manejo de las dislipemias en Atención Primaria. 2012.
Sociedad Española de Cardiología. Lípidos y riesgo cardiovascular. 2019.
Belitz HD, Grosch W. Química de los alimentos. 2ª Ed. Acribia. Zaragoza, 1997.